domingo, 2 de diciembre de 2018

JASÓN Y EL VELLOCINO DE ORO - MITOLOGÍA GRIEGA

JASON Y EL VELLOCINO DE ORO
EL ORO EN LA MITOLOGÍA GRIEGA

Frixo, hijo del rey de Beocia, comarca de la Grecia oriental, había sido maltratado por su madrastra, así que su propia madre dispuso que su hermana y él escapasen a lomos de un carnero alado cuyo vellón era de oro puro, preciado don que ella habla recibido de Hermes (por servicios no precisados).
Difícilmente podría haber sido cómodo el viaje, porque el vellocino de oro tenía que pesar mucho incluso para un carnero proporcionado por Hermes. Ah parecer, Hele, la hermana de Frixo, se mateó y, careciendo de los medios de la aeronáutica moderna, cayó del carnero y se precipitó al mar. El paraje en donde se ahogó fue llamado Helesponto en su honor.
Jason y el vellocino de oro El Oro en la Mitologia Griega Frixo prosiguió el vuelo. Tras recorrer más de 1.000 Km. fue al fin depositado por el carnero en la Cólquida, una región emplazada en la orilla del extremo oriental del mar Negro. Dichoso de hallarse sano y salvo, sacrificó el carnero a Zeus y ofreció el vellocino al rey de la comarca, Eetes.
Éste se mostró encantado porque un oráculo le había dicho que su vida dependía de la posesión de ese vellón.
En consecuencia, clavó el vellocino de oro en un árbol de un bosquecillo sagrado y contrató a un dragón enorme y sanguinario para que lo guardara.
Mientras tanto, en la Grecia septentrional, un rey llamado Pelias decidió que había llegado el momento de desembarazarse de su sobrino Jasón, un joven apuesto y popular que reivindicaba el derecho de su familia al trono. Pelias dijo a Jasón que podría conseguirlo si antes realizaba una hazaña «apropiada para tu juventud e inalcanzable a mis años E…] Trae el vellocino del carnero de oro y conseguirás el reino y el cetro».

sábado, 1 de diciembre de 2018

LAS HARPÍAS - MITOLOGÍA




Las harpías eran monstruos voladores, cuyos cuerpos eran mitad con forma de pájaro y mitad con rasgos de mujeres jóvenes. Eran hijas de Taumante y de la ninfa marina Electra, hermanas de Iris, una mensajera de los dioses. Había tres o cuatro harpías y sus nombres eran Aelo, Ocípete, Celeno y Podarge, que montaba los caballos de Aquiles gracias a una alianza con Céfiro.
A las harpías, que en un principio estaban asociabas con las tormentas de viento, se les atribuían, entre otras deformidades, dedos como garras que asían todo lo que caía en sus manos. Entre sus víctimas más famosas conocemos al rey ciego de Tracia, Fineo, al que hacían sufrir hambre permanentemente, dado que lo atormentaban robándole toda la comida de su mesa y además llenándosela después de excrementos. Los Argonautas visitaron a Fineo y le liberaron de semejante tortura. Calais y Zetes, hijos alados de Bóreas, las expulsaron, ya que no se les permitía matarlas. Después se instalaron en una cueva en el monte Dicte, en Creta.


Las Harpías eran hijas de Electra y Taumante y hermanas de Iris. Hesíodo las describía en su Teogonía como criaturas de adorables cabellos.
Fineo, un rey de Tracia, tenía el don de la profecía. Zeus, furioso con él por haber revelado secretos de los dioses del Olimpo contra la voluntad de éstos, le castigó confinándole en una isla con un festín del que no podía comer nada, pues las Harpías siempre robaban la comida de sus manos justo antes de que pudiera tomarla. Este castigo se prolongó hasta la llegada de Jasón y los argonautas, que enviaron a los héroes alados, los Boréadas, Calais y Zetes, tras las Harpías. Éstos lograron espantarlas, pero no las mataron a petición de Iris, quien prometió que Fineo no volvería a ser molestado por ellas. Agradecido por su ayuda, Fineo contó a los Argonautas cómo superar las Simplégades para poder continuar su periplo.
La versión básica de este mito, a medida que fue contada una y otra vez, añadió nuevos detalles: a saber, que las Harpías no robaban la comida sino que la ensuciaban con sus excrementos, haciéndola incomible. Pronto fueron vistas como difusoras de suciedad y enfermedad, adquiriendo también su más famosa apariencia monstruosa.
Con esta forma fueron agentes del castigo, que raptaban a la gente y la torturaban de camino al Tártaro. Eran despiadadas, crueles y violentas y vivían en las islas Estrófades. Solían ser vistas como personificaciones de la naturaleza destructiva del viento.
Según Hesíodo, las Harpías eran originalmente dos: Aelo (‘viento tempestuoso’, a veces llamada Nicótoe) y Ocípete (‘vuelo rápido’). Posteriormente los romanos añadieron a Celeno (‘la oscura’), considerada la más malvada de todas. Homero nombra en la Ilíada una llamada Podarge (‘pies veloces’), madre, tras unirse con el viento Céfiro, de Janto y Balio, caballos de Aquiles. También se hace a las arpías madres de Flógeo y Hárpago, caballos de los Dioscuros (Cástor y Pólux).
Eneas encontró a las Harpías en las Estrófades cuando éstas robaron repetidamente el banquete que los troyanos estaban preparando. Celeno los maldijo, diciendo que los troyanos estarían tan hambrientos que se comerían sus mesas antes de que el día terminase. Los troyanos huyeron asustados.